Standards, Germán Sierra

Standards, de Germán Sierra - portada 1
Standards es una novela escrita por Germán Sierra. Germán Sierra es un escritor enorme, no sé por qué no es más conocido. Cuando digo "escritor enorme" quiero decir que es un escritor impecable, domina el lenguaje y los recursos de la gran literatura. Y lo que escribe transmite esa cualidad inefable de la escritura de la que nos hablaba, por ejemplo, Blanchot. Si no han leído a Blanchot igual no saben de qué les hablo y es muy largo de contar, además no sé si sabría cómo hacerlo, dudo además de que sea posible contar eso. Fíense de mi palabra, que se dice.

El título de la novela está en inglés, existe la palabra castellana estándar, la cual se parece mucho porque de hecho deriva de la inglesa. En las notas iniciales se nos aclara que su sentido es el que se refiere a la terminología del jazz. Me gusta el jazz, los clásicos como Coltrane o Miles Davis, Zappa o John Zorn, pero no soy un entendido. Lo de los estándares me sonaba, de todos modos. Creo que está bien elegido, el tema de los estándares, como título. Las vidas de los personajes de una novela como estándares de jazz, una base igual que se toca cada vez una única vez diferente. Se enmaraña. Un caleidoscopio de versiones. El diccionario español no recoge el sentido musical que tiene la voz inglesa.

Al principio hay algunas citas.

Del caleidoscopio la novela extrae una sucesión de imágenes de lo admirable, lo extraño, lo miserable, lo curioso, lo cotidiano; nadie sabe lo que puede un cuerpo, decía Spinoza. Por ejemplo, aparece, novelada, la primera partida jugada a un videojuego de la historia. También se dice que en el atentado de Dallas no murió Kennedy, sino un doble. Hay diversas referencias a las posibilidades de la tecnología. Germán Sierra es científico y una persona muy sabia y curiosa, a tenor de lo que puede leerse, suyo y sobre él, por la red. Me ha gustado el que haya aprovechado la novela como para lanzar cabos de los que se puede ir tirando, como anzuelos para despertarnos la curiosidad y que vayamos a la internet a buscar más información sobre nombres, hechos, artefactos, lugares que van cayendo por aquí y por allí. Y que podamos utilizar esa información ampliada para reconstruir la novela. Cada vez igual única diferente.

No es una novela para cualquier lector. Supone retos. No tiene la estructura lineal típica, alterna escenas generalmente muy breves y casi como un puzzle. Está claro que no todos le sacarán el mismo aprovechamiento. Hay una razón fría y cerebral que opera a escalpelo las secuencias. La forma como se nos entrega la información no facilita una comprensión sencilla e inmediata como la que puedan tener otras novelas. Se requiere atención, imaginación, memoria. Imaginen el ejemplo más tonto de novela de consumo. Pues aquí, lo contrario. Lo cual no significa que sea inaccesible. Es exigente y perfecta. Como quizá con Spinoza, el modo matemático y absolutamente nítido de la expresión no es más que la cortina de los contenidos inefables. Traspasar esa cortina no es, no es que necesite serlo tampoco, una tarea que quede para todo el mundo.

Al final no hay más citas.

Si yo fuera un crítico les hablaría de posmodernidad y mencionaría a algunos popes de la novela norteamericana. Ya, a mí también me ha sonado algo. Y no digo que tenga su utilidad hacer cosas así, ayuda a hacerse una idea previa a la lectura, en cuanto a expectativas, en cuanto a marco de coordenadas en el que situar la obra en el mapa de nuestra memoria. Pero no estoy tan seguro de si esto es o no justo con el autor. Cuando he leído a Germán Sierra he tenido la impresión de estar leyendo a Germán Sierra. Las etiquetas, cuando la memoria está suficientemente amueblada, van a acudir inevitablemente, esto es un fenómeno que se produce habitualmente. Pero la plasticidad cerebral también nos permite de vez en cuando, si nos lo proponemos, darle alguna patada a los hábitos. Y quizá hacer justicia. Cuando he leído Standards he leído Standards. Por supuesto, los standards nos van a resultar familiares. No iguales.

Standards es una novela enorme escrita por Germán Sierra. Que es un escritor enorme que ha establecido, con esta obra, su propio standard.
Standards, de Germán Sierra. Portada 2, colores invertidos
Imágenes: fotos de la cubierta del libro por AHTzara.

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